El encargo consistía en realizar un quincho con baño integrado y una piscina. Estos se ubicarían en una parcela rural, donde ya estaba construída la casa del cliente. El terreno recibe fuertes vientos desde el sudeste, por lo que el quincho debía contar con alguna protección integrada.

Se decidió emplazar el quincho entre dos grandes espinos existentes en el predio. Se propone una gran cubierta circular, que destaca en el paisaje. Como quiebravientos se decide generar unos muros curvos de altura variable a partir de una serie de rollizos de madera, que además de entregar protección, le dan más intimidad al espacio. La planta replica la circunferencia de la cubierta y se hunde aprovechando el desnivel del terreno, de manera que se bajan dos peldaños desde el frente y se mantiene el nivel hacia atrás. Esta operación también permite ganar altura libre sin aumentar tanto la escala del proyecto. Se deja el espacio de parrilla y comedor hacia la piscina y la zona de servicio hacia atrás.

Se plantea una estructura de acero reticulado con 4 pilares delgados de apoyo, dando más peso visual a la cubierta. Se elige un color rojo para los quiebravientos y el cielo del quincho, en contraste con el verde del paisaje.