El encargo consistía en transformar una estructura existente, originalmente un estacionamiento, en un gimnasio. La estructura original era un cubo abierto conformado por 4 pilares de hormigón armado con sus respectivas cadenas superiores + un muro del mismo material.

Para cerrar el espacio, se implementó un ventanal de gran tamaño orientado al sur, permitiendo que el interior del gimnasio se mantenga bien iluminado sin recibir luz solar directa. Asimismo, se incluyó una ventana longitudinal alta para que los usuarios puedan disfrutar de la vista al cielo mientras utilizan la trotadora o la elíptica. Además, se creó una conexión con la logia de la casa existente, asegurando que los usuarios no tengan que salir al exterior para acceder al gimnasio. Se procuró que la estética exterior fuera acorde con la vivienda existente, manteniendo la misma terminación de hormigón tableado

De forma paralela, se llevó a cabo el diseño de una nueva estructura para proteger los automóviles. Esta fue concebida completamente en acero, con los elementos mínimos y lo más pequeños posibles. Se utilizaron pilares y vigas de perfiles tubulares rectangulares, junto con tensores de acero que actúan como arriostramientos. Para la cubierta, se emplearon paneles ondulados de zincalum. Todo el conjunto fue pintado de color negro mate.