En este proyecto se trabajó sobre la base de una estructura de ladrillo existente, en un terreno alargado de 6 m de ancho x 60 m de largo con un gran quillay al centro.

La operación principal consiste en ampliarse hacia el jardín trasero rodeando el quillay, generando un living-comedor-cocina y una terraza que se abren hacia los árboles frutales y hacia un patio interior. Los dormitorios se ubican en la pre-existencia y se iluminan por medio de patios interiores, adaptándose a la estrechez del predio.

Los volúmenes de la casa se entienden y se trabajaron en corte. Al circular por el proyecto se aprecia la compresión y descompresión del espacio, al pasar de la zona noche (existente), más angosta, a la amplitud y luminosidad del hall de ingreso y de la zona día (nueva), con su gran ventanal.

Como material principal se utilizan bloques de hormigón, que también funcionan como quiebravistas en puntos estratégicos de la casa. Los bloques quedan al descubierto a lo largo de la circulación principal de la vivienda. Para la terraza exterior se usó hormigón armado visto.